Quiénes somos

 

 

Artesanos del embutido
desde 1905

Moreno Plaza es una empresa familiar que nace en 1915 que dedicaba su producción casi exclusivamente a salazones. Durante esos años, la venta de sus productos se extendía a lo largo del trayecto de tren comprendido entre las estaciones de Cártama y la provincia de Córdoba.

El embutido
como generador del cambio

Sin embargo, pronto comienzan a extender sus relaciones comerciales con la siguiente generación que comienza a ampliar ese pequeño negocio familiar.

Deciden montar una carnicería en Alhaurín el Grande para empezar a suministrar carne de cerdo a diversas fábricas de embutidos en Málaga capital, encargadas de elaborar el reconocido “salchichón de Málaga”.

El sueño de seguir creciendo continúa, y ya instalados en Alhaurín el Grande, establecen sus raíces elaborando los primeros embutidos propios y constituyendo el primer domicilio social que tuvo la compañía como sociedad mercantil.

El proyecto de futuro está más presente que nunca en 1986 para la Familia Moreno que solo entiende el crecimiento como empresa mediante una transformación en sociedad anónima. Eso y la ampliación de sus instalaciones.

En los primeros años de la década de los 90, Moreno Plaza se convierte en la primera empresa en hacerse con las primeras parcelas del Polígono La Rosa.

Entre los años 1994 y 2003, la compañía acomete ampliaciones estructurales que le conceden el espacio suficiente para evolucionar como empresa y le permite ampliar la variedad de gama.

Con más de 6000 metros cuadrados
más de 250 caballos de frío
más de 120 empleados

Argumentos fundamentales para defender los valores que vieron nacer a la compañía y los actuales: máxima calidad de los productos, los procesos y la seguridad alimentaria. Estos valores han servido para que le concedan a Moreno Plaza el sello de Calidad Andaluz, certificación de producto ibérico y la certificación de seguridad alimentaria IFS Food.

Reconocimientos para seguir creciendo no solo a nivel nacional, sino abordar mercados tan exigentes y competitivos como el internacional. Donde siguen descubriendo que hay pocas cosas que saben tan bien.